Por Edgar Lantigua
Anclado en mi memoria, un viejo recuerdo de las referencias de mi padre, en las interminables charlas con don Chujo Pimentel y el profesor Luis Pérez, con relación a la época en que se hacían viajes entre Puerto Plata y Santo Domingo en goletas.
La goleta es una embarcación a velas que guarda similitud con el bergantín, este último, definido como un barco de dos palos y velas cuadradas. Hay embarcaciones que son híbridas, bergantín-goletas, como el Juan Sebastián El Cano de la armada española, dedicadas al entrenamiento de marinos.
Resulta que viene en un bergantín, no en un barco, sino en un lugar con ese nombre, la esperanza de recuperar la fuerza en el turismo hotelero de Puerto Plata, “como la barca que llevaba a Julio César a cruzar el Rubicón”, Punta Bergantín, trae consigo el destino de la industria en esta renglón.
El plan maestro presentado por el presidente Luis Abinader y el ministro David Collado, en Santo Domingo y posteriormente por el ministro en Fitur, es un proyecto que promete potenciar el desarrollo turístico de Puerto Plata. El situado de nuestras esperanzas de remontar el vuelo.
Aprecio el rol del Estado como desarrollador de un proyecto como este, cuya ejecución corresponderá al sector privado, la iniciativa es obra de las instancias públicas, cuyo papel ahora es el de atraer inversionistas. Una buena noticia, sin dudas.
Pero, así como el viaje de un bergantín toma tiempo para llegar de un lugar a otro, el desarrollo de un megaproyecto de 9 millones de metros cuadrados, con hoteles, apartamentos, campo de golf, estudio de cine y otras iniciativas, requiere tiempo.
El hotel Planet Hollywood, anunciado en Fitur, tomará al menos 24 meses, en condiciones ideales, el desarrollo pleno de las iniciativas del plan maestro, requerirán entre 5 y 15 años, lo que no le resta méritos, es una apuesta con visión de futuro, que valoro.
Sin embargo, las llegadas de turistas a través del Aeropuerto Internacional Gregorio Luperón reflejan una contracción de alrededor de un 30 por ciento, con relación al 2019, mientras otros destinos del país ya han superado los niveles de ese año.
En contraste, el número de visitantes a los puertos de Amber Cove y Taino Bay, son un punto luminoso, marchan viento en popa y a toda vela, como se dice en el lenguaje del mar, se esperan alrededor de 1.6 millones de pasajeros por esa vía.
Mientras tanto, ¿qué podemos hacer para potenciar las llegadas aéreas a Puerto Plata?
El gerente hotelero Oscar Lora, el mismo al que hacía referencia en “Campanas que doblan por Puerto Plata”, ha insistido en la necesidad de iniciativas para recuperar el destino, dentro de las cuales señala, atraer vuelos desde puntos estratégicos como Panamá, para conectar con los destinos emisores de Centro y Sur América y desde Reino Unido para recuperar el mercado británico, importantísimo años atrás.
En la presentación del proyecto, el presidente hacía énfasis en el mercado norteamericano, nuestro mercado natural, es cierto, pero, no es ocioso recordar que se ha mantenido estable por más de tres décadas, tiempo en que hemos perdido, esencialmente, el mercado europeo, que pasó de más de medio millón de turistas en el 2000, a 50 mil y pico, en 2022. Ahí necesitamos hacer un mayor esfuerzo.
Mientras llega a puerto, el bergantín de nuestras esperanzas, algo hay que hacer para mejorar el flujo de turistas por vía aérea a Puerto Plata, estímulos a líneas y touroperadores o, lo que sea necesario.
FUENTE: listindiario.com